Siempre han existido pero ahora es casi imposible que no tengamos uno cerca. Los festivales de música se han convertido en un “boom” en España, acontecimiento positivo para muchos y preocupación para otros.
Según recoge la revista dod Magazine, entre los meses de junio y septiembre, España acoge hasta un centenar de festivales de música, cifra que puede alcanzar incluso los 150.
La mayoría de estos festivales están dirigidos al público indie, atraído por la música independiente, que como si de un “interrail” fuese, carga mochila al hombro para recorrer el país en busca de sus grupos favoritos y del ambiente que les gusta.
Entre las ventajas, mayor conocimiento de los grupos de música independiente. Ya es raro quien no haya escuchado los nombres de Lori Meyers, Supersubmarina, Izal, Miss Cafeina… Incluso se escuchan ya en diales tan comerciales como Los 40 Principales.
Otro de los puntos positivos es el aumento del turismo, incluso hasta localidades pequeñas no turísticas de por sí.
Los puntos negativos, que realmente sean un “boom” de unos años para luego decaer y que la falta de variedad lleve a la repetitividad de musicales. De hecho, este punto es uno de los hándicaps con los que se encuentran los organizadores.
Lo que sí es un hecho es que se trata de un acontecimiento que cada vez más llega un público más amplio, ¿es el momento de estudiar su futuro?
