Tenemos de todo un poco. Desde los enclaves más modernos y urbanitas, hasta los parajes naturales más impresionantes. Te aconsejamos algunos destinos en los que te podrías dejar caer durante los próximos meses.
Punk con sabor inglés.
Londres se pone la cresta, la chupa con imperdibles y celebra este año el 40 aniversario del movimiento punk, encarnado en la figura de John Lydon, alias Jonny Rotten, líder de los míticos Sex Pistols. Tanto instituciones locales, como la Biblioteca Británica y demás entidades culturales ya tienen en marcha un programa de conciertos, exposiciones y eventos callejeros que harán las delicias de los amantes de este movimiento subversivo cultural.
Isla de Reunión.
Al este de Madagascar y al oeste de Mauricio, en pleno océano Indico, se esconde esta joya en forma de isla donde se mezclan multitud de razas con paisajes que quitan el hipo y playas para volverse loco. Imprescindible visitar el Trou de Fer, siete caídas de agua de más de 100 metros que confluyen en un enorme sumidero.
Yellowstone.
En agosto este parque nacional celebra su primer centenario. Se trata de una de las reservas naturales más imponentes de los EE.UU con 340.000 kilómetros cuadrados de paisajes con una biodiversidad apabullante. Referencia mundial en lo que a gestión de espacios protegidos se refiere, es muchísimo más que el hogar del célebre Oso Yogui.
Burdeos y su vino.
En junio se inaugurará en la ciudad La Cité du Vin, un moderno museo interactivo dedicado al mundo de la enología en un entorno de gran valor arquitectónico. La capital turística del suroeste de Francia (patrimonio mundial de la Unesco desde 2007) suma otro encanto más a sus archiconocidos atractivos turísticos.
Kotor, el rincón secreto del Mediterráneo.
Se trata de un puerto amurallado en el Adriático señalado por Lonely Planet como la mejor ciudad para viajar en 2016. Así que date prisa antes de que los cruceros infesten sus aguas para conocer y fotografiar con toda tranquilidad una de las bahías más bellas de Europa.
La bala de Hokkaido.
Ya está abierto al público y a pleno rendimiento el nuevo tren bala Hokkaido Shinkansen, toda una maravilla de la técnica que enlaza Tokio y Hakodate, puerta de acceso a la isla septentrional de Hokkaido y uno de los parajes más agrestes y remotos de Japon, en menos de la canta un Godzilla.
