Este 2020 empieza con el pie derecho para el arte textil mexicano. Alberto López, un joven de origen tzotzil, artesano y diseñador mostrará su trabajo en el American Indian Fashion Through the Feathers 2020.
Para Alberto, el camino no fue fácil. Desde muy temprana edad mostró afición por el telar, los bordados y tejidos, sin embargo, al no considerarse esto un trabajo “de hombres” durante muchos años tuvo que realizarlo a puerta cerrada y entra cuatro paredes, como él mismo comenta en diversas entrevistas.
Los tzotziles se llaman a sí mismos batsiI winik’otik, lo cual significa «hombres verdaderos». El vocablo tzotzil deriva de sots’il winik, que significa «hombre murciélago». Esta comunidad está conformada por personas de origen maya que habitan la región de los Altos de Chiapas y algunos municipios del área colindante.
Entre las distintas comunidades tzotziles se fabrican distintas artesanías; por un lado, los chamulas fabrican muebles de madera, los de Larráinzar se especializan en el tejido de bolsas de red, los zinacantecos son comerciantes de sal, los amatenangueros fabrican objetos de cerámica.
Destaca la elaboración de tejidos en telar de cintura con diseños tradicionales mayas, en el que las mujeres elaboran huipiles, camisas y servilletas para uso propio o para su venta. En general el bordado de todo Chiapas es famoso por su creatividad y colorido.
Gracias a esta belleza propia de los tejidos regionales, es que Alberto decidió aprender de mano de su madre y sus hermanas el maravilloso arte del tejido en telar, una actividad que de acuerdo a tradiciones y costumbres del lugar, está destinada para las mujeres. Ahora, el trabajo textil de Alberto, logró romper los estereotipos.
Su trabajo se dio a conocer gracias a un video creado por la Red Alemana para los Derechos Humanos en México, en la que se cuenta su historia y se muestran los huipiles ceremoniales que ha creado.
Después de cinco años de dedicarse a tejer, Alberto López Gómez ya tiene su propia marca llamada K’uxul Pok y es fundador una red de 150 tejedoras de cinco comunidades de su municipio, incluyendo entre ellas a ocho hombres y cuatro niños quienes, en conjunto, han creado toda una línea de prensas artesanales y trabajan para exaltar los tradicionales tejidos y brocados de su municipio.
