A finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX hubo una gran inmigración de libaneses y sirios a México, quienes se asentaron principalmente en el puerto de Veracruz, Tampico y Yucatán.
Los inmigrantes libaneses para ser aceptados por los Yucatecos les ofrecieron “los Kibis”, el platillo nacional del Líbano, que también es conocido como kupe, quebbe, kibbeh o kipe. Este platillo originario del medio oriente llego para quedarse debido a que al ser introducido en tierras yucatecas rápidamente se convirtió en uno de los antojitos favoritos de los pobladores y los turistas que son atraídos por la altamente reconocida gastronomía yucateca.
Los kibis son unas pequeñas albóndigas de trigo rellenas de carne molina que se fríen hasta formar una crujiente costra. Hasta la fecha se ha conservado la receta original libanesa pero al mismo tiempo se le han incorporado elementos característicos de la Península de Yucatán, como lo es la cebolla morada marinada con naranja agría y chile habanero, una combinación exquisita para hacerse agua la boca.
Se pueden encontrar en restaurantes de cocina yucateca tradicional aunque también están disponibles en pequeños puestos ambulantes donde estos antojitos son expuestos en vitrinas de vidrio y son anunciados con su característico grito ¡kibis, kibis, kibis! Su precio varía entre $8 y $10 pesos mexicanos.
Aunque la receta original es el kibi de trigo relleno de carne molida, en la actualidad se pueden encontrar diferentes variaciones; pero en menor medida; por ejemplo pueden estar rellenos de distintos ingredientes como jamón y queso o chicharrón prensado; una variación de este tradicional antojito es el kibi relleno de queso de bola; otro ingrediente extranjero que ha sido adoptado por la gastronomía yucateca.
