«En septiembre, recuperar la corona mundial del peso medio. Luego buscar un combate con Floyd Mayweather» Sergio Maravilla | Campeón Mundial de Boxeo

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Y lo consiguió… LookOut tuvo la oportunidad de entrevistar a un deportista nato que ha conjugado perfectamente una excelente forma física con una mente ávida y despierta que le ha permitido colocarse en lo más alto del panorama deportivo internacional.

Lo encontramos el pasado mes de julio en Marbella, uno de los destinos turísticos de más renombre internacional, en los jardines del Hotel BlueBay Banús, compartiendo la intimidad de un café, nos interesamos por lo que ha sido esta trepidante vida llena de esfuerzo, constancia que le ha deparado un éxito rotundo.

Nacido en Argentina, en la ciudad de Avellaneda, en el año 2000 se trasladó a nuestro país donde se curtió en la lona para llegar a ser  lo que es actualmente, un referente en el mundo del boxeo.

Resulta grato cuando la vida te sorprende y sobrepasa tus expectativas. Ese es el sentimiento que experimenté durante la entrevista con esta estrella del pugilato.

Esperaba encontrar a alguien que recordara a las películas de Rocky. Un personaje lleno de los excesos que trae consigo el triunfo. Pero, muy al contrario, encontré a un hombre sencillo, tan seguro de sí mismo que no necesitaba alardes de ego baldíos.

Un hombre joven que recordaba lo duro de sus comienzos, la necesidad de un trabajo arduo y constante, sometido a una disciplina autoimpuesta para sacar de sí lo mejor, un hombre que batía sus combates dentro y fuera del ring sin rendirse.

Tras leer detenidamente su biografía, se me planteaban una serie de preguntas, poco a poco las fuimos desgranando y este fue el resultado.

LookOut: A sus 37 años, usted ha conseguido lo que para muchos deportistas es tan sólo un sueño, una carrera profesional llena de éxitos, 3 veces campeón mundial, que le han coronado como el segundo mejor boxeador del mundo.

Sabemos que es un apasionado del fútbol, y que estuvo apunto de fichar por “Los Andes”, ¿Qué le llevo a decantarse por los guantes de boxeo?

SM: El boxeo es un deporte más fácil de practicar que el fútbol. Bueno, yo…no era una gran promesa, sí que tenía muchas ilusiones, digamos más ilusiones que condiciones. No era malo, pero no era lo suficientemente bueno para estar en la selección argentina o para triunfar en Europa, era muy complicado. Pero, en el boxeo me di cuenta muy rápido que podía hacer cosas grandes. Muy pronto, nada apenas empezar.

LookOut: ¿Le influyó su tío, Rubén Paniagua famoso exboxeador que tuvo una exitosa carrera dentro del boxeo amateur?

S.M: Sí, tengo 3 tíos que eran boxeadores, los 3 eran entrenadores. Ellos vieron muy pronto que yo podía lograr cosas buenas. Empezaron a apoyarme toda la familia, no sólo mis padres y mis hermanos. Somos una familia numerosa y me vi respaldado por todos, porque  veían en mí que había seriedad a la hora de hacer todo. Que iba en serio, desde el primer día que comencé a entrenar, la misma motivación.  Las mismas ganas, las mismas fuerzas que me han acompañado hasta el día de hoy. Eso se notó siempre, por eso me dieron su apoyo. Más que talento, lo que veían en  mí, era una motivación que desbordaba.

LookOut: Imaginamos que su infancia y juventud no fueron del todo fáciles, tuvo que dejar sus estudios para ayudar a su padre en su trabajo. ¿Nos podría decir cuál fue el primer regalo que le hizo a su familia, a su madre, a su padre con sus primeros ingresos?

S.M: Transcurrieron 13 o 14 años hasta que pude ganar el primer dinero grande. Mis padres estaban separados, vivía con mi madre y mis hermanos, vivíamos de alquiler. El primer dinero lo empleé en comprar una casa para ella. Creo que fue una de las cosas más buenas que pude haber hecho.

LookOut: ¿Qué ha representado España en su carrera profesional? ¿Qué recuerdos guarda de sus primeros pasos en el mundo pugilístico?

S.M: Fue el cambio que necesitaba. Fue el impulso que probablemente Argentina no me hubiese dado nunca. Era una cuestión no sólo económica, si no cultural. En un país como el mío, existen muchas diferencias en el poder adquisitivo, diferencias sociales y culturales. En ese sentido España me abrió las puertas de par en par, para seguir creciendo. Eso fue lo primero que me dio como persona. Después, en el boxeo, gracias a gente muy fuerte que trabajaba en el ámbito pugilístico, pude lograr ingresar digamos, como siempre sucede en estas cosas, no se entra por la puerta grande, si no por la pequeña y lateral. Era lo que yo necesitaba ese empujón, ese primer paso. Sin haber pasado por Madrid, mejor dicho, por España eso no hubiera pasado.

LookOut: ¿Cuáles fueron las lecciones vitales que aprendió de sus entrenadores?

S.M: Lo primero que aprendí fue una forma de trabajar diferente, muy superior a la que podía tener  Argentina; allí trabajaba solo. Aprendí un trabajo en equipo. Para poder estar en lo más alto hasta el día en el que me quiera retirar, hay que renovarse continuamente. Si no se aprenden cosas nuevas todos los días vamos hacia atrás.

LookOut: Han sido 53 combates de grandes victorias, verdaderamente hace honor a su sobrenombre  “Maravillas”. No conoció la derrota hasta el año 2000 en su combate nº 16 en las Vegas el 19 de febrero. ¿De qué has aprendido más, de la victoria o de la derrota?

S.M: Se aprende mucho de todo. El boxeo te enseña tanto como la vida, sólo que la vida te golpea más “duro”. Más de 50 peleas hacen que internamente te forjes de manera que te puedes templar en cualquier situación de la vida. El temple que te da la experiencia. Aún en medio de un terremoto, todos pueden perder la calma, mientras yo me puedo mantener tranquilo. Eso te lo da 17 años de boxeo. Durante estos años te encuentras ante situaciones complicadas: negociaciones y personas difíciles, no te hablo de dentro del ring, si no de fuera del ring. Superar eso y además ganar combates, hace necesario mantener la calma. Hay que ser muy fuerte y muy frío.

LookOut: ¿Con qué se pelea más con los puños o con la cabeza?

S.M: Puede sonar extraño, pero se combate mucho más con la cabeza. Los puños son sólo el detalle. Antes de dar el golpe hay miles de elementos, de detalles, en la que lo menos importante son los golpes.

No llega más lejos quien más golpea, si no quien menos golpes recibe. Hay muchísimos detalles antes del golpe.

La más importante de ellas es la vida personal. Uno no es boxeador 3 o 4 horas al día. Es durante las 20 horas restantes cuando tienes que cuidarte.

LookOut:¿Con qué rival de toda la historia del boxeo te gustaría o te hubiera gustado medirte en el ring?

S.M: ¡Qué pregunta, qué pregunta flaca, hubo tantos grandes!

Dejémoslo quizá en Marvin Hagler y Sugar Ray Leonard. Ellos eran diferentes dentro y fuera del ring y eso los hacía superiores. Eran diferentes en el sentido cultural, de raíces, de bagaje. Eran gente que estaba muy bien formada. Ahora tienen cincuenta y pico años y, si volvieran al boxeo, volverían a ser campeones mundiales. Detrás de esos deportistas hay unos principios y valores inquebrantables. Siempre que hablemos de boxeadores voy a acabar hablando de personas. Porque son las veinte horas que te restan del día y ellos eran deportistas extremadamente talentosos e inteligentes dentro y fuera del ring. Eso se traslada al combate en el ring. Eran lo que puede ser Messi actualmente para el futbol.

LookOut: ¿Es la clave del éxito una combinación de entrenamiento, disciplina y una vida familiar gratificante, sus valores personales?

S.M: Cuida extra boxístico es el 99%. El detalle final es el boxeo, De nada sirve entrenarse bien para luego salir y llevar una vida desordenada. NO es compatible con el boxeo. A la larga, no haber probado el alcohol, ni drogas hace que tenga un respaldo físico y emocional. Cada día que me subo al ring sé que mi cuerpo va a responder y eso se alcanza no por lo que hago en el entrenamiento, si no por lo que hago fuera.

LookOut: Actualmente su residencia se encuentra en California, Oxnard y España, ¿cuáles son sus nuevos proyectos profesionales? A sus 37 años, ¿se plantea seguir boxeando o prefiere dedicarse a la formación de nuevos valores?

S.M: En septiembre, recuperar la corona mundial del peso medio. Luego buscar un combate grande con Floyd Mayweather ¡Y ya luego…vemos!

LookOut: ¿Cuál piensa que es su legado para las nuevas generaciones de boxeadores?

S.M: Estamos trabajando con chicos…yo cumplo la función de promotor, pero no entrenador, no tengo el carácter que hace falta. No nací para cumplir esa misión.

Mi legado para estos chicos es decir que ¡se puede!, que la vida está para lucharla. Que el boxeo es el reflejo de lo que es nuestra vida. Si tenemos una buena vida, esto se va a reflejar en nuestra carrera deportiva. No sólo en el boxeo, en cualquier profesión.

Hay que buscar la propia identidad, a mi me tocó triunfar en el boxeo porque encontré mi identidad en él. Ojalá uno entienda estas palabras y entienda que para triunfar en la vida, hay que encontrar cada uno su camino, descubrir su propia identidad y mantener esa motivación diaria para seguirlo.

A mis treinta y pico, sigo teniendo esta vitalidad y esa misma hambre de gloria que tenía cuando 18 años.

LookOut: ¿Nos podría hablar de su experiencia BlueBay? ¿Se la recomienda a nuestros lectores?

S.M: Esto es un paraíso, de los sitios más bonitos que pude estar. Vengan aquí que van a encontrar un paraíso, no sólo por el entorno, si no la gente que trabaja aquí,  la atención que recibes.

Por último, para terminar, ha sido un placer tener tiempo de compartir con usted. Nos ha dado una lección de valentía, sagacidad y constancia. Esperamos siga disfrutando de su estancia en nuestro país y contar con usted en múltiples ocasiones.

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