El primer lunes del mes 11 de 2014, la Torre de la Libertad abrió sus puertas en el lugar donde fueron destruidas las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001.
Más de una década del atentado terrorista del 11 de septiembre, el resucitado World Trade Center vuelve al trabajo, en un hito histórico para la sociedad americana. Los primeros inquilinos del nuevo símbolo de Nueva York no podían ser otros que los trabajadores de la emblemática editorial Condé Nast. Por el momento, sólo se han mudado 170 de los 3.400 empleados de la compañía, llenando cinco de las 104 plantas de la torre. El gigante editorial de revistas como Vogue, Vanity Fair o New Yorker, tiene previsto instalar a principio de 2015 al resto de empleados en la torre, donde ha alquilado todos los pisos entre el 20 y el 44. Sin embargo, Condé Nast no será el principal inquilino del edificio. Compartirá espacio con otras organizaciones y empresas que ocuparán la imponente edificación.
El edificio más alto de Nueva York
Con 104 pisos y 542 metros de altura, el edificio número uno del World Trade Center domina el perfil del Bajo Manhattan y ha ocupado el vacío dejado por las Torres Gemelas.
Destinada a mostrar el orgullo de la recuperación neoyorquina tras la tragedia, la torre y su aguja tienen exactamente 1.776 pies de altura, en referencia al año de la declaración de independencia de Estados Unidos. De ahí viene también el patriótico sobrenombre de Freedom Tower (Torre de la Libertad) con el que es conocido el edificio denominado oficialmente One World Trade Center.
Un rascacielos de 3.900 millones de dólares
La construcción del edificio no ha estado exenta de problemas y su inauguración se retrasó varias veces, mientras el coste de las obras se disparaba hasta los 3.900 millones de dólares.
Además de los alquileres, sus dueños confían recuperar gran parte de la inversión con las visitas al observatorio que se abrirá en lo alto del edificio la próxima primavera.
Se espera que la atracción turística atraiga a más de 3,5 millones de personas al año y represente para 2019 un cuarto de los ingresos anuales del 1 WTC, unos 53 millones de dólares.