Incluso los más ancianos pueden beneficiarse de las ventajas de hacer ejercicio. Los hombres mayores que suelen practicar algún ejercicio durante 30 minutos al día, suelen vivir más que sus colegas sedentarios que pasan sus tardes sentados en el sofá, según un estudio reciente.
En un estudio realizado en los años 60 y 70, los hombres que practicaban una rutina de ejercicios de 30 minutos diarios, seis días a la semana, veían reducido su riesgo de morir en un 40%, en un período de 12 años, en comparación con los hombres sedentarios. Los investigadores de este estudio señalan que “incluso a la edad de 73 años, la actividad física está directamente relacionada con el período de vida entre grupos de personas activas y sedentarias”.
Parte de este nuevo descubrimiento se basa en los resultados recientes en unos estudios realizados en Oslo, donde se investigaron a 15.000 hombres nacidos en Noruega entre 1923 y 1932. Los estudios comenzaron con unas pruebas en 1973 consistentes en tomar la altura, peso, colesterol, tensión, si fumaban o no así como la cantidad de ejercicio semanal.
Posteriormente, se realizó un Segundo análisis en el año 2000 con una muestra de 6.000 hombres supervivientes y encontraron nuevos resultados. Los investigadores repitieron las pruebas y el cuestionario, haciendo un seguimiento de estos hombres durante los doce años siguientes. Cada participante fue catalogado según las siguientes intensidades de ejercicio: sedentario (persona que sólo veía la televisión o leía); ejercicio básico (caminaba o montaba en bici al menos cuatro horas a la semana), ejercicio moderado (ejercicio intenso al menos cuatro horas a la semana) o ejercicio intenso (ejercicio alcanzando niveles de competición varias veces a la semana).
Durante el periodo de seguimiento de doce años, un total de 2.154 hombres de los 5.738 que habían participado en las pruebas siguientes, murieron. Los investigadores se dieron cuenta de que una pequeña cantidad de ejercicio, menos de una hora a la semana, no estaba asociada a un incremento del período de vida. Pero comparados con los hombres sedentarios, los que se ejercitaban más de una hora a la semana, reducían sus probabilidades de morir de un 32% a un 56%.
Aunque los investigadores también encontraron que los hombres que se entrenaban de manera vigorosa, aunque fuera menos de una hora a la semana, reducían el riesgo de infarto de un 23% a un 37%. De este modo, el ejercicio intenso es la clave, según este estudio. Cuanto más tiempo se dedique al ejercicio intenso, mayor será la reducción del riesgo de muerte.
Los hombres que practicaban ejercicio diario de moderado a fuerte, vivían de promedio, cinco años más que los hombres sedentarios, incluso controlando a aquellos que tenían riesgos de padecer infartos con la edad. Según los investigadores, todos los hombres que practicaban ejercicio 30 minutos al día durante seis días a la semana, vivían más, independientemente del tipo de ejercicio practicado, moderado o intenso.
Aun así, los estudiosos prefieren destacar que la investigación está basada en observaciones y no está demostrado que los períodos de vida estén relacionados con el tiempo empleado en el ejercicio o en otros factores. No obstante, teniendo en cuenta los resultados de longevidad comparados entre los que practicaban y no practicaban deporte, todo apunta a que el ejercicio puede incrementar los años de vida
