Por Magma Turismo
Esa es la cifra de turistas internacionales que suelen visitar Turquía cada año, de los cuales solo algo más de dos millones son visitantes de un día. Y algo que quizás pueda sorprender es que la capital de Estambul no es el principal foco de atracción sino Antalya, una bonita ciudad situada en el suroeste de la costa mediterránea turca en el golfo que le da nombre.
Más importante que estas cifras globales es la evolución positiva durante los últimos años especialmente en un contexto económicamente convulso. Turquía ha logrado un incremento del 16% en visitantes y son Alemania y Rusia los dos mercados emisores que más han crecido.
Estrategia con la vista puesta en 2023
Con el objetivo de convertirse en uno de los cinco mercados turísticos más dinámicos del mundo en el año 2023, año del centenario de la creación de la república, Turquía estableció en 2007 un plan estratégico en el sector turístico que está en pleno desarrollo en estos momentos y que ya le ha llevado a situarse en el top-ten mundial. El plan se centra en lograr tres mejoras clave: diversificar la oferta y evitar la excesiva concentración del turismo en la costa, planificar de forma rigurosa el desarrollo inmobiliario y la construcción de nuevas infraestructuras
El país es consciente de que el patrimonio cultural, histórico y natural es el gran activo turístico del país y el mapa de ruta deja claro que el primer reto es su conservación, de forma que se pueda conciliar el desarrollo de la industria turística y sus infraestructuras con la sostenibilidad. En este sentido, el plan evita la sobreexplotación de las zonas costeras de la misma forma que estructura una oferta de turismo alternativo en base a conceptos como la salud y el bienestar o los deportes de invierno, capaces de generar también unas infraestructuras de servicios que puedan ser aprovechadas también por el resto de la población.
Mucho más que Estambul
El turismo turco necesita de inversiones que sirvan para diversificar su oferta de servicios y también de alojamientos, ahora mismo centrada exclusivamente en hoteles y resorts. De hecho, el gran número de proyectos previstos en áreas de actividad en las que Turquía posee una experiencia escasa o nula abre una interesante oportunidad para las empresas de consultoría que pueden aportar valor y conocimiento.
El polo de atracción para el turismo internacional sigue siendo Estambul, ciudad con muchísimo encanto debido a su situación especial dividida por el estrecho del Bósforo. Dividida, con parte de la ciudad en Asia y parte en Europa, Estambul es rica por su mezcla de culturas, religiones y etnias.
Unida por dos puentes, Bogazici y FSM, la ciudad destaca por su magia y por el contraste de sus ciudades vieja y nueva.
Además de enfocar el turismo a Estambul, Turquía está desarrollando una estrategia de ‘City Tours’ que contempla otros destinos como Ankara, segunda ciudad más grande, Izmir y Antalya.
Izmir, en la costa del Egeo, destaca por sus ruinas de la antigua Pérgamo, donde se inventó el pergamino. En Éfeso, muy cerca, hay grandes ruinas grecorromanas que bien podría hacer pensar que se visita Roma.
En cuanto a Antalya, ésta cuenta con numerosos lugares de interés y legado de la Antigua Grecia, el Imperio Romano o el Imperio Otomano. Un destino de sol y playa que se convierte en un competidor de peso para el resto de ciudades turísticas mediterráneas.
Otra de las zonas turcas que más visitantes atrae es la Capadocia, en la región de Anatolia central y que incluye a ciudades como Aksaray. La formación geológica de la zona y su patrimonio histórico y cultural le hace ser zona protegida y haberse convertido en Patrimonio de la Humanidad.
Su paisaje, único en el mundo, se ha formado de forma natural y debido a la erosión a través de los miles de años. Destacan el museo al aire libre del valle del Göreme, las ciudades subterráneas de Kaymakli o Derinkuyu o el ‘Valle de las Chimeneas de las hadas’. Imprescindible es un paseo en globo aerostático para deleitarse con las vistas de la zona.
Una industria sólida
Los objetivos que se ha marcado Turquía podrán lograrse gracias a una industria turística cada vez más sólida y respetada internacionalmente. Por ejemplo, la aerolínea de bandera Turkish Airlines ya fue seleccionada en 2010 como la mejor compañía del sector en el sur de Europa y, ese mismo año, también el aeropuerto de Ataturk en Estambul fue elegido como mejor aeropuerto del sur de Europa.
Actualmente, el país ya dispone de una veintena de centros de esquí, 14 campos de golf, alrededor de 40 puertos deportivos y 35.000 habitaciones vinculadas al turismo termal. Aun así, debe seguir creciendo para garantizar la diversificación de la oferta.
En este sentido, la presencia de cadenas internacionales hoteleras empieza a ser notable en los segmentos de lujo y categoría superior. Sin embargo, la demanda de hoteles de 3 y 4 estrellas de estándar europeo tanto en Estambul como en el centro y sureste del país es muy alta y abre oportunidades de negocio. De hecho, el 25% de la inversión extranjera en los últimos años se ha destinado al sector de la construcción, según un informe de la Embajada alemana en Turquía.
Grupo BlueBay abrirá próximamente dos hoteles en Estambul, BlueBay Istambul y Blue Diamond City Istambul.