Director artístico, bailarín, profesor y coreógrafo de vasta experiencia. Premio Nacional de Danza 2006. Director por excelencia del internacionalmente reconocido Show del Carabet Tropicana.
Fundador del Consejo Nacional de Cultura y del Teatro Nacional.
Ha logrado combinar en su trabajo lo auténtico de la danza con la sabiduría y el talento. Su amplia experiencia, versatilidad y profesionalismo le ha permitido ocupar un lugar sobresaliente dentro del trabajo coreográfico en Cuba. Obras como El rey Cristóbal, ¿Quién le teme a Virginia Wolf?, María Antonieta y Ochosi y el venado, así lo demuestran.
Es miembro del Consejo Nacional de la UNEAC y Vicepresidente de la Asociación de Directores Artísticos.
Ha sido galardonado como Vanguardia Nacional.
Ostenta las Distinciones Raúl Gómez García y Por la Cultura Nacional.
OPINIONES DE LA CRÍTICA:
¨Cuando se menciona a Santiago Alfonso, enseguida se asocia su nombre a Tropicana, el más grande cabaret cubano. El maestro logró mantenerlo en las altas cumbres internacionales, posición que ya tenía cuando la revolución triunfa y además, le impuso una excepcionalidad artística que difícilmente hubiera obtenido sin su afán constante de rigor, experimentación y riesgo. Santiago Alfonso llegó al cabaret después de absorber el inmenso magisterio de Ramiro Guerra cuando estuvo en el entonces Conjunto Nacional de Danza Moderna, hoy Danza Contemporánea de Cuba. Santiago se declara discípulo de Ramiro, de Lorna Burdsall, de Tomás Morales y de otros artistas llamados por la historia a dejar, como él, su huella indeleble. Giras internacionales, incontables escenarios y, sobre todo, un profundo conocimiento de la cubanidad, vista como una síntesis de su propia experiencia, permiten no asombrarnos que sea una obra mayor de la danza teatral cubana¨.
“Érase una vez el Tropicana, donde el cabaret se revistió de aires caribeños, de un intenso color tropical y el ritmo se encarnó en torneados cuerpos morenos que se cimbrean como el cañaveral, poemas en movimiento que hablan de amor, pasión, vida y sueños – Sensualidad elevada a la enésima potencia.
Hablar del Tropicana, inevitablemente es hablar de la figura del maestro Santiago Alfonso. Maestro que bebió en las fuentes del olimpo de la danza cubana: Ramiro Guerra, Lorna Burdsall, Tomás Morales…
El Maestro recibió el Premio Nacional de Danza en el año 2006. Tras su vasta experiencia como Director artístico, bailarín, profesor y coreógrafo.
Nos dirigimos a él con una profunda admiración y deseos de conocer más a este genio del movimiento, escultura que se talla en el aire con el cincel del ritmo y del tempo.
LookOut: Después de una vida entregada al arte, ¿cómo definiría la danza? ¿Qué ha significado la danza en su vida?
Maestro Santiago Alfonso: Siento que la Danza, no sólo es movimiento, porque a veces un bailarín sin moverse danza, es decir la danza vive dentro del bailarín, es un órgano más en su cuerpo, la música, el ritmo vive en el artista, puede haber momentos en que caminando por la calle, la mente te lleva a situaciones en que sientes que bailas y no tiene que ser una idea positiva porque en la tristeza también se baila. Como conclusión opino que la danza es un elemento vital en la existencia del ser humano.
Para mí la danza ha sido factor fundamental en mi vida, a través de ella he logrado sentirme socialmente útil, me ha dado grandes momentos de felicidad, no sólo cuando bailaba, ni tan sólo con mis espectáculos, sino también en muchas ocasiones viendo bailar a otros, disfrutando la obra de compañeros o desconocidos, además tengo el privilegio de vivir en un país que me permite vivir de y para mis sueños, lo que significa que, durante toda mi vida, he podido desarrollar mis potencialidades tanto interpretativas como creativas y eso aunque parezca trivial es algo esencial y un regalo de la vida.
LookOut: ¿Se podría imaginar una Cuba sin música, sin baile?
MSA: No es posible, al menos para mí imaginar nuestro país sin música y baile, nosotros, en cualquier situación tenemos la música presente, sea para demostrar alegría o cualquier otro sentimiento, también es de notar que nuestro andar es rítmico y nuestro lenguaje gestual es una forma de movimiento que lleva implícita la danza en su fase elemental, los cubanos llevamos dentro esta manifestación que, de forma casi involuntaria, aflora en el quehacer diario.
LookOut: ¿Qué ha aportado Cuba a la historia de la danza?
MSA: Considero que Cuba ha aportado a la danza universal un concepto muy singular de enfrentar el ritmo, tanto en el tiempo como en el espacio, la sincopa, elemento fundamental de nuestra música es algo que sólo Cuba posee y ese sencillo, pero muy difícil elemento rítmico nos hace movernos de una forma muy especial, también la forma de mover el cuerpo al compás de cualquier sonido rítmico o musical representa un aporte, pues un bailarín cubano, sin distinción de la disciplina que represente, tiene una manera de moverse diferente a cualquier otro país. Eso no significa que seamos mejores o peores, sencillamente que tenemos una manera muy nacional de responder al ritmo y al movimiento.
LookOut: ¿Cómo definiría la nueva escuela de danza moderna cubana?
MSA: La Escuela cubana de Danza Moderna, nacida de la mano de mi Maestro Ramiro Guerra , alumno de Martha Graham, fue a partir de la creación del Conjunto Nacional de Danza en 1959, primero un gran sueño de este hecho realidad (y no digo de nosotros los que formábamos parte de aquel grupo, porque no creo que tuviéramos conciencia de la importancia de lo que desde nuestros cuerpos se estaba gestando), poco a poco Ramiro fue introduciendo los elementos distintivos que, a partir del movimiento y la música, irían identificándonos con nuestra cultura, a la vez que él creaba un lenguaje estético donde la cubanía pudiera ser identificada, después, no puedo olvidar los aportes de Lorna Burdsall, bailarina norteamericana de nacimiento, pero con gran amor por la danza y por Cuba, Manuel Hiram, coreógrafo mexicano formado en la Escuela mexicana de Danza, ambos fundadores junto a Ramiro de la Cia. Elfrida Mahler, también norteamericana, que también colaboró con nuestra formación y fundamentalmente Elena Noriega, gran profesora tanto en lo artístico como en lo humano, formada en la Escuela de José Limón y que redondeó el equipo de creación bajo la dirección de Ramiro, Elena trajo a la Cia. a impartir clases de ballet a la bailarina y profesora mexicana Clara Carranco, que sin dudas contribuyó a una más completa formación, también nos impartieron clases de ballet, Loipa Araujo, Aurora Bosch, Rosa Elena Álvarez, todas ellas bailarinas activas del Ballet Nacional de Cuba, que dieron gran impulso técnico a nuestra Cia. Se preguntaran algunos por qué menciono estos nombres, y les aclaro; primero por justicia histórica, (no puedo olvidar a quienes pusieron un granito de arena en mi formación) y, en segundo lugar, porque estoy convencido de la importancia del ballet en la formación de un verdadero bailarín, no sólo en el terreno puramente técnico, sino también, y me parece muy importante, en lo relacionado con la psiquis, no es lo mismo un gladiador desarmado que otro con todas las armas, aunque no tenga necesidad de utilizarlas, un bailarín sea de la disciplina que sea, se sentirá más confiado cuando se sabe en posesión de mayores y mejores conocimientos. Por otro lado desde hace ya muchos años todas las ramas de la danza están interconectadas, cabe decir LA DANZA ES UNA SOLA, BAILE QUIEN BAILE.
LookOut: ¿Hacia dónde se encamina la danza moderna?
MSA: Pienso que la danza desde hace ya mucho está muy interrelacionada, vamos hacia lo absoluto, cada día el bailarín necesita de mayores conocimientos técnicos, estéticos y culturales, esto viene sucediendo desde mucho antes de que se hablara de globalización, criterio que puedo extender a la música.
LookOut: De todos los escenarios en los que ha tenido oportunidad de actuar, ¿podría decirme de cuál guarda más grato recuerdo?
MSA: No puedo olvidar mi primera experiencia artística internacional en el teatro Sarah Bernard en Paris en 1961, era la primera vez que nuestra Cia. salía del país, participábamos en el Festival de Naciones y acababa nuestro país de ser invadido por Bahía de Cochinos, son dos temas que jamás podré olvidar. Guardo especial afecto por Tropicana, fue allí donde hice realidad mis conceptos del espectáculo, como todo lo que empieza, el principio fue muy difícil porque no era fácil hacer entender a un bailarín empírico que en el trabajo de clases diarias estaba el secreto de su mejoría y durabilidad, ya había pasado como director artístico y coreógrafo por el conjunto folklórico Nacional donde también luché y logré que los bailarines entendieran la necesidad del entrenamiento diario, en ambos trabajé en la búsqueda de la cubanía profunda, la de nuestro abuelos, la de nuestros ancestros, esa que viví a diario en mi casa, en mi barrio, en mi ciudad y que sentía que se estaba olvidando. Más tarde, ya como director artístico de Tropicana, es inolvidable nuestras presentaciones en el Royal Albert Hall en Londres, en la Sala des Etoils del Principado de Mónaco y posteriormente como coreógrafo cuando fui invitado a dirigir un espectáculo con al Cia. Takarazuka Revue de Japón.
LookOut:Recientemente ha sido inaugurado el primer hotel temático de Cuba, en el hotel BelleVue Palma Real, donde se ha instaurado el nuevo concepto BlueBay Salsa Club, ¿cuánto hay de usted en este proyecto? ¿Qué considera que le ha aportado a este novedoso concepto?
MSA: Bueno, la concepción estética y artística del Hotel (que está aún en proceso de creación), la he realizado con la colaboración del Sr. Oscar León, mi Gerente Artístico y del Sr. Rafael Olivera (Carburo), uno de mis colaboradores y coreógrafo de mi Cia., de mí está en ese proyecto mi corazón y todas mis fuerzas físicas y mentales, no olvido del enorme apoyo que he tenido del Sr. Moktar, Director del Hotel, del Sr. Juan Carlos Fernández, Gerente comercial de BlueBay y del Sr. Janer, Director General de BlueBay, sin ese apoyo e incentivo no hubiera sido posible realizar nada, porque además la idea de crear ese Hotel Conceptual es totalmente de ellos.
LookOut: ¿Qué rasgo valora más en un bailarín o bailarina, su técnica, la pasión? Si pudiera escoger al mejor bailarín de todos los tiempos, su nombre sería…
MSA: La técnica es muy importante, pero la interpretación también lo es, para mí el mejor bailarín es el que reúne esas dos armas.
LookOut: ¿Cuál es su próximo proyecto coreográfico? ¿Qué obra teatral le gustaría adaptar y llevar a los escenarios?
MSA: Voy a comenzar respondiendo la segunda pregunta:
La obra teatral que me gustaría adaptar y que ya una vez comencé a realizarla es CARMEN, vista desde una óptica cubana, hace diez años estuve trabajando en ella, iba a ser mi próxima obra en Tropicana, mis colaboradores y yo teníamos las cosas muy adelantadas y en una reunión que tuve por aquellos días con Antonio Gades, le expliqué el proyecto, le enseñé algunos diseños de vestuario y al final me pidió participar en él, parece que le gustó.
Mi próximo proyecto coreográfico es Cuba, ser más cubano, poder ahondar en mis raíces y poder ser capaz de trasmitir mis concepciones a los que dirijo y formo.
LookOut: ¿Qué papel ha desempeñado la crítica en su crecimiento y desarrollo profesional?
MSA: La critica ayuda mucho, mucho, es a veces la que te hace mirar hacia adentro, sea buena o mala, sin ella se hace más difícil avanzar.
LookOut: ¿Qué proporciona la mayor satisfacción al artista o coreógrafo una excelente crítica en los medios o una ovación del público?
MSA: Ambas tienen un enorme valor, pero cada una tiene su espacio.
LookOut: ¿Ha habido algún momento en el cual la presencia entre el público de grandes personalidades del mundo de la cultura o política internacional le ha supuesto un reto aún mayor?
MSA: Por supuesto, cuando he trabajado para mi Presidente Fidel, la presión me ha llegado al techo, (sin ser hipertenso), ese ha sido el punto máximo y cuando lo he hecho para personalidades de cualquier ámbito del saber he sentido alguna presión, de modo general para mi cada función es una prueba e invariablemente me pongo muy nervioso, prefiero no ver las funciones y permanecer en los camerinos, soy de la opinión de que en el momento en que comienza un espectáculo, la obra deja de ser tuya y es de la absoluta propiedad del artista que está en escena.
LookOut: ¿Cómo le gustaría pasar a la Historia de la Danza? ¿Cómo le gustaría ser recordado?
MSA: Como alguien que luchó a brazo partido por la cultura y en especial de la danza de mi país.
LookOut: Una vez deseó con todas su fuerzas ser arte en movimiento. Si no hubiera sido bailarín, ¿qué hubiera escogido Santiago ser? ¿Había un plan B?
MSA: Si, hay dos profesiones que me gustan mucho, la arquitectura y la ortopedia y en el terreno de la música, el bajo, el piano y el saxofón.
Gracias por su tiempo. Siga deslumbrándonos con la magia en movimiento de la danza cubana.