Robert Plant inauguró el programa de conciertos de Starlite Marbella 2016 con un concierto sublime. El mítico cantante británico demostró estar en plena forma ante un público entregado al característico color de su voz, y que prácticamente subía a los cielos al oír los primeros acordes de alguna de las canciones de Led Zeppelin que llegó a interpretar.
No es fácil poder ver en un directo a una leyenda de la categoría de Robert Plant, ex vocalista de Led Zeppelin, en una condiciones tan optimas como las que brinda el auditorio de Starlite Marbella, situado en la cantera natural de Nagüeles. Un lugar con una acústica magnífica e ideal para el despliegue vocal de uno de los cantantes más importantes e influyentes de la historia del rock.
A pesar de haber dejado muy atrás la adolescencia (67 años), era extremadamente fácil cerrar los ojos y oír la voz de Plant para transportarte a otra época e imaginarlo sobre el escenario junto a los también míticos Jimmy Page, John Paul Jones y el difunto John Bonham.
Aunque la nostalgia siempre tuvo un lugar en el repertorio que Plant brindó al público presente, el cantante británico cantó los principales temas de su prolífica carrera en solitario, con más de quince álbumes bajo su firma, junto a su banda The Sensational Space Shifters. Una formación integrada por Justin Adams, John Baggott, Billy Fuller, Juldeh Camara, Liam “Skin Tyson” y Dave Smith, artistas dotados con un magnífico arsenal de instrumentos étnicos y un virtuosismo incuestionable.
Robert Plant se plantó en el escenario marbellí vestido de riguroso negro con una camisa de ornamentos muy al estilo del lejano oeste. Con una melena recogida y más que envidiable para su edad, comenzó el recital con un tempo lento titulado “Poor Howard” para pronto soltarse la cabellera con rock de muchos quilates en “Turn it up”.
Todo era correcto y previsible hasta que el primer atisbo de leyenda se abrió paso en el escenario natural de Starlite Marbella bajo los acordes de “Black Dog”. Un tema publicado en el álbum “Led Zeppelin IV” (1971), con el que los múltiples fans ataviados con camisetas de la legendaria banda británica dieron un brinco de sus asientos para disfrutar del primer momento “revival” de la velada. Eso sí, tanto este tema como las otras canciones de los Zeppelin con las que obsequio a los miles de espectadores que se dieron cita en la cantera, eran versiones de las originales con interesantes giros y aportaciones de su banda.
El cantante y compositor, miembro de honor de la Orden del Imperio Británico, navegó con facilidad entre el blues, el folk, los ritmos tribales e incluso el flamenco, arrancando algún que otro “olé” entre el respetable. Pero de nuevo fue el espíritu de Led Zeppelin el que hizo que la magia se apoderara del auditorio bajo los acordes de “Babe I´m Gonna Leave you” que, a pesar de ser una versión folk de Anne Bredon de los años 50, tiene grabado a fuego el sello Zeppelin para el gran público.
En todo momento el cantante británico estuvo en conexión con el público con el que dialogó en más de una ocasión entre canción y canción. Además de hablar en en un decente español y bromear con la suerte de nuestra selección de fútbol en la Eurocopa, Plant alabó la excelente organización de Starlite Marbella y agradeció a sus organizadores el esfuerzo a la hora de concebir un festival de semejantes características.
Si hay que elegir “el momentazo” del concierto es sin duda la reacción del público al mítico riff de guitarra de “Whole lotta love”. Uno de los temas más conocidos de los Zeppelin con el que Plant encaró la recta final de su actuación y con el que llevó al séptimo cielo a los allí presentes que rompieron la disciplina de los asientos del auditorio para ponerse en pie y bailar al máximo de revoluciones (Miguel Ríos incluido, presente en uno de los palcos VIP del auditorio marbellí).
Con este tema se cerró el círculo y tras algún que otro bis, todo el mundo se fue contento a casa con lo vivido. Por un lado aquellos que ni siquiera sabían cuál era el pasado de aquel señor mayor afable con melenas e imponente voz, ya que disfrutaron de la energía allí desplegada, así como los mitómanos más clásicos que disfrutaron de más temas de Led Zeppelin en directo de los que habían soñado antes de entrar en el recinto de Starlite Marbella.
