Las ciudades de Meca y Medina estarán unidas en menos de dos horas y media por la alta velocidad a partir de 2017
Nadie había construido un tren de alta velocidad en mitad del desierto. Hasta ahora. Los “Santos Lugares” de Meca y Medina estarán conectados a partir de 2017 por cerca de 450 kilómetros de vías por las que se prevé circulen trenes cada cuatro minutos y trasladen hasta 160.000 personas al día en periodos de alta peregrinación.
Se trata de una obra más que ambiciosa y que, no exenta de problemas y controversias, marca un hito en la alta velocidad mundial y en el comercio exterior español. De hecho, con un valor de 6.700 millones de euros, se trata del mayor contrato conseguido por España en el exterior.
Este AVE será el tren de los cambios, las cifras y los récords, a pesar de estar basado en la línea de alta velocidad española. De hecho, es la velocidad máxima de 300 kilómetros por hora la característica que no va a variar entre las dos líneas de tren. El resto, solo son similitudes.
El propio desierto, con sus peculiares características, hacen que la infraestructura haya tenido cambios desde un principio y siga teniéndolos conforme la obra avanza.
La arena y las altas temperaturas son las peores enemigas del tren y del trazado. Con temperaturas extremas tanto por el día como por la noche y con tormentas de arena, el proyecto ha tenido que adaptarse a estas condiciones. Se ha colocado una protección especial en ventanas, zonas exteriores y recubrimientos, que evitan la abrasión que provoca la arena a altas velocidades. Además, los vagones cuentan con un sellado especial para evitar la entrada de polvo y arena sobre todo en filtros y equipos mecánicos y de refrigeración, cuya avería influiría en la paralización del servicio ferroviario.
Al mismo tiempo, los trenes contarán con aires acondicionados especiales para hacer frente a los 55 grados centígrados que pueden alcanzarse por el día e, incluso, a los 2 grados que puede llegar a hacer por la noche.
Y, por si fuera poco, se prevé que el trazado esté en funcionamiento 23 horas al día. La hora restante se dedicará a limpiar las vías de la arena, en las que se ha sustituido el balasto (piedras entre los raíles) por hormigón para facilitar este trabajo.
Sin duda, su puesta en marcha y la superación de estos problemas será como encontrar agua en el desierto. Como un sueño hecho realidad.