La Cantera de Nagüeles llenó por completo su aforo para acoger la primera actuación de Joaquín Sabina en Marbella desde que comenzó su carrera, hace más de tres décadas. El festival Starlite fue el marco elegido por el cantante jiennense para deleitar a un público entregado y muy festivo con temas de nuevo cuño y varios clásicos inmortales de su prolífica trayectoria musical.
Una vez más Starlite Marbella, un festival totalmente consolidado en el calendario de eventos de la capital turística de la Costa del Sol, se vistió de gala para recibir a una leyenda mundial de la música en español. El cantante y compositor nacido en Úbeda colgó el cartel de “no hay entradas” durante la mañana previa al concierto. En torno a las diez y media de la noche, un auditorio totalmente entregado comenzaba a vibrar con la particular voz rota del Flaco.
Acompañado de una magnífica banda con un ADN que hundía sus raíces en el rock, Sabina comenzó su actuación con “Lo niego todo”, tema que da nombre a su último trabajo discográfico que firma en la producción el también artista Leiva. Un inicio lleno de fuerza y alma rockera con el que el cantante confesó sus planes para el resto del concierto: “un poco de tortura con los temas nuevos para después… ya se verá”, poniendo los dientes largos a los miles de fans allí congregados con la promesa velada de interpretar varios de sus clásicos.
Tras varias canciones más de su último disco, un Sabina siempre dialogante con el público, confesó que uno de sus sueños de juventud habría sido ser tan buen guitarrista como el que hoy en día le acompaña de gira, Jaime Asúa, ex de la mítica banca Alarma. “Noches de domingo” fue el último tema de lo nuevo del jiennense antes de dar el testigo a una vocalista de su banda, la onubense Mara Barros, con un tema lleno de sentimientos inspirado en Gabriel García Márquez.
Tras este paréntesis se desató la locura en Starlite Marbella con “La del pirata cojo” interpretada por su inseparable Pancho Varona, “La Magdalena” y “Por el bulevar de los sueños rotos”, uno de sus grandes hits de siempre. Tras un toque de copla clásica, “Ruido” hizo que el público se levantará por primera vez de sus asientos, para seguir con “Peces de ciudad” y desembocar en la más que celebrada “19 días y 500 noches”.
El trovador de Úbeda, gran amante de la tauromaquia, entró a matar con “Noches de boda” a la que unió sin pausa con los acordes de “Y nos dieron las 10”, otro de sus mayores himnos. Tras una antológica “Princesa”, y un par de bises provocados por las palmas del público, Joaquín Sabina puso su rúbrica de oro a la primera noche de agosto en Starlite Marbella.
