Isla Mujeres, un mundo de ensueño

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El Caribe Mexicano está salpicado de enclaves que dejan sin aliento al visitante. Uno de ellos es Isla Mujeres.

En el período Maya, la Isla pertenecía a la provincia de Ekab, uno de los cuatro territorios mayas que constituían lo que actualmente conocemos por Quintana Roo. Las primeras noticias referentes a la isla datan del 564 antes de nuestra era.

La Isla siempre ha estado ligada estrechamente a la mujer. Se cree que las niñas acudían a la isla para pasar a su etapa nubil. Llegaban niñas y la abandonaban siendo mujeres. Al estar ligada a la feminidad, inevitablemente la fertilidad desempeñaba un papel vital. En la isla se erigía un templo a la diosa Ixchel, diosa de la Luna y la Fertilidad. En su santuario la diosa acogía estación tras estación a aquellas que anhelaban el don de la maternidad. Si sus plegarias eran escuchadas o no, queda relegado al misterio.

Corría el siglo XVI, más exactamente el año 1517, cuando a esta Isla llega el primer colono español, Francisco Fernández de Córdoba. Al encontrarse ante tal espectáculo femenino, no duda en llamar a esta nueva tierra, Isla Mujeres.

Tras el choque cultural producido con la colonización, el legado maya queda relegado al olvido. Durante siglos fue refugio de piratas, perdurando hasta nuestros días la Hacienda Mundaca, lugar donde los piratas del Caribe encontraban refugio. Fue en el año 1850 cuando se funda el pueblo de Dolores, allí se establecieron pescadores, piratas e indígenas mayas que escaparon de la Guerra de Castas. Cada 12 de agosto se conmemora la fundación de este pueblo isleño con actividades deportivas.

Decir Isla Mujeres es hablar de playas de arena blanca, donde un ambiente de serena placidez lo envuelve todo. La Naturaleza y sus elementos se han encargado durante siglos de dibujar caprichosamente su impresionante arquitectura: acantilados, parques marinos, arrecifes naturales. Recorrer la Isla en bicicleta, moto o para los más osados en carrito de golf, es dejarse llevar por un carrusel de colores y emociones. En el horizonte todo se promete aventura. Su faro enclavado en el promontorio es el lugar donde pararse y respirar profundamente, contemplando absorto el acantilado bruñido por el mar. Regatear con vendedores ambulantes para llevarte en unos cuantos suvenires el recuerdo más intenso de la isla.

Para los que aman el mundo subacuático, la isla ofrece lugares únicos, entre ellos la Cueva de los Tiburones Dormidos, sí, sí, han leído bien, ¡los escualos también duermen! En los años 60 un joven isleño llamado Carlos García Castilla se adentró en el mar y descubrió una cueva profunda donde los tiburones entraban, pero no salían.

Llevado por la curiosidad, descendió unos veinte metros y, para su sorpresa, encontró a varios tiburones dormidos, con los ojos totalmente abiertos. Descubrió así esta cueva, localizada a 30 minutos en lancha de Isla Mujeres, donde se puede observar a estos escualos, que permanecen inmóviles durante varias horas. Es sin duda, el enclave ideal para los buceadores de alto nivel, que deseen adentrarse en este misterio de la naturaleza.

Otro lugar idóneo para la práctica del buceo es el arrecife del farito. No deben perderse sin duda el Parque Natural El Garrafón que, junto con otros parques temáticos naturales como Xcaret o Xel -ha, acercan al turista la extraordinaria biodiversidad de la zona.

Tiene una cita con Isla Mujeres, reserve su estancia en BV Beach Paradise**** y dedique un día o tal vez dos, a recorrer esta isla que es un auténtico.

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