Emprendemos viaje hacia Jarabacoa, ese es el nombre que sus primigenios habitantes, los tahínos acuñaron para ella. Hablar de Eco Turismo en la República Dominicana es hablar de Jarabacoa.
Como decía, nos dirigimos a este municipio enclavado en un lugar privilegiado de la geografía dominicana, la naturaleza se ha mostrado benigna y caprichosamente generosa con este lugar al que le ha otorgado una eterna primavera, exuberante vegetación y aguas caudalosas de ríos que nacen en las cumbres más altas de toda la isla y surcan bravíamente esta comarca produciendo espectaculares saltos de agua.
El viajero conforme se va adentrando en este entorno privilegiado y experimentando las bondades de la tierra, ve despertar en él el deseo de disfrutar de esta vida completamente natural, lejos del bullicio de la urbe y de las necesidades creadas de la sociedad de la que procede.
Turistas nacionales y extranjeros vienen a descubrir en estas montañas esta exuberante vegetación compuesta de majestuosos pinares que orgullosamente erguidos saludan al visitantes. Durante 21 kms que separan el municipio de La Vega de Jarabacoa, encontramos un excepcional hábitat que alberga miles de especies vegetales y animales, un ecosistema que exhibe una extraordinaria biodiversidad.
Al amanecer, la brisa fría que acaricia el rostro y nos trae aromas a tierra, a pinos, a hierba, despierta todos nuestros sentidos, nuestro corazón se ensancha para abrazar y abarcar esta vida que sale a nuestro encuentro.
A 21 kms de nuestro destino, antes de llegar al municipio, en la parte norte, se encuentra la vista más bella en un poblado rodeado de jardines naturales sobre sus colinas. Se trata de Buena Vista, uno de los dos distritos municipales con que cuenta Jarabacoa.
El tránsito a través de esta vía, denominada Corredor Ecológico, resulta agradable no solo por la imponente multiplicidad de recursos naturales, sino porque es aquí donde está la única Escuela Nacional Forestal (Esnafor), la cuna de la ecología y de la ideología metodológica de mayor empuje hacia la capacitación de innumerables técnicos superiores de las ciencias forestales.
Al llegar a Jarabacoa la oferta principal que entrega la madre naturaleza es muy diversificada, e l crecimiento de la población no ha impactado negativamente su entorno natural, cada visitante puede escoger entre diferentes entornos naturales: los ríos Yaque del Norte, Baiguate y Jimenoa, además de los incontables saltos, cascadas, arroyuelos.
Las frías aguas de estos ríos invitan a los turistas a realizar actividades de aventura. El río Yaque del Norte, a su paso por el municipio, regala tres impresionantes saltos de agua: Salto de Jimenoa 1, Salto de Jimenoa 2 y el Salto Baiguate. Saltos que son un parque acuático natural para grandes y pequeños, dónde la naturaleza muestra su cara más lúdica y divertida.
El milagro de Jarabacoa, es el milagro de sus habitantes que cada día de sus vidas asumen como suya una misión ecológica, que les permite cultivar la tayota, el café, las fresas, rubros y vegetales con procedimientos totalmente orgánicos. Extraer de la tierra con sumo cuidado, lo que la tierra generosamente les brinda, devolviéndole con la misma generosidad cuidados totalmente orgánicos que respetan el equilibrio natural. No es raro observar en esta zona humildes viviendas levantadas en medio de colinas tupidas de pinares y otras especies madereras y frutales.
El fenómeno eco-turístico ha tomado forma en este municipio, durante más de una década los turistas han ido descubriendo este lugar. Durante los últimos 10 años, los proyectos urbanísticos ecológicos han sido implementados para el contacto directo del hombre con la naturaleza y la concientización por el medio ambiente. Se han desarrollado urbanizaciones para casas de montaña en armonía con la naturaleza, impulsando la industria de forma sostenible para la economía, las reservas naturales y el medio ambiente.
Renombrados escritores, artistas, empresarios y políticos nacionales e internacionales, han escogido este lugar para la construcción de sus cabañas veraniegas con un estilo muy parecido a las que encontramos en los Alpes Suizos.
Viajar a Jarabacoa es emprender una ruta al corazón de la Naturaleza, no lo dudes adéntrate en él.