Estos son los lugares básicos, imprescindibles, ineludibles, inexcusables y casi obligatorios (no exageramos, solo advertimos) que debes visitar si eliges Jordania como destino de tu próximo viaje.
Petra, la joya de la corona. Una ciudad con más de dos mil años de antigüedad que alberga imponentes templos funerarios en las entrañas de montañas esculpidas por la erosión. Es la principal atracción turística del país, un enclave utilizado por nabateos y romanos abandonado durante siglos y convertido en leyenda por los beduinos. Fue en 1812 cuando el suizo Johann Ludwig Burckhardt volvió a situar en el mapa a este conjunto arquitectónico, una de las siete nuevas maravillas del mundo.
Wadi Rum, la belleza del desierto. Un escenario mágico de película a mitad de camino entre Petra y la localidad de Aqaba. Un manto de tierra rojiza y colinas de piedra donde el mítico Lawrence de Arabia se guarnecía junto a sus hombres. Ideal para recorrer en camello, quad o todoterreno, es altamente recomendable pasar una noche en este entorno casi virgen en un típico campamento beduino.
El Mar Muerto, el lugar donde puedes olvidar el flotador. Realmente no se trata de un mar sino más bien de un lago alimentado por el cauce del río Jordán. Su índice de salinidad es nueve veces mayor a la de cualquier otro océano del planeta. También es el punto geográfico más bajo de la tierra (416m por debajo del nivel del mar), así como un lugar mencionado en la Biblia y otros textos sagrados. Sabemos de sobra que no te irás de allí sin colgar una foto flotando en sus aguas en alguna de tus redes sociales…
Betania y el bautismo de Jesucristo. Se trata de un tramo del río Jordán convertido en lugar de peregrinación para creyentes, no creyentes y turistas en general. Hablamos del lugar donde, según las escrituras, Jesús fue bautizado por su primo Juan, instaurando el primer sacramento para la cristiandad.
Jerash, la otra joya de la corona. Es junto a Petra, la otra visita obligada de los viajeros que pisan Jordania. Se trata de la decápolis romana en Oriente Medio que mejor conservada ha llegado a nuestros días.
Amán, el bullir de la vida en Jordania. Una de las urbes habitadas de forma continua más antiguas de todo el planeta. Su naturaleza y urbanismo caótico la dotan de un curioso encanto para el visitante difícil de expresar en palabras. El peso de la historia en sus calles y el carácter con el que ha imprimado a sus visitantes la hacen un lugar en el que el viajero obligatoriamente debe perderse para explorar un nuevo mundo de aromas, sabores y colores.
Dentro de sus atractivos arquitectónicos destacan lugares como el Teatro Romano, Wakalat Street, La mezquita del Rey Abdalá I, el bullicioso zoco de Souk Jara o el imponente edificio de Le Royal Amman Hotel*****. Un establecimiento hotelero de máximo lujo cuya figura ha adquirido a lo largo de los años un lugar de honor dentro del perfil de la ciudad gracias a su característica y espectacular arquitectura exterior. Una majestuosidad que va a la par con la calidad de las instalaciones y servicios que oferta en su interior.