Medina acoge miles de turistas cada año movidos por conocer una de las ciudades más importantes para la fe musulmana
Prohibidas para las personas no musulmanas, se podría decir que La Meca y Medina son ciudades tranquilas liberadas de turistas. Sin embargo, estas ciudades acogen a millones de personas cada año, movidas por la cultura y religión musulmana. Técnicamente son turistas. Emocionalmente, peregrinos que buscan descubrir los dos “Santos Lugares” o Al-Haramayn Ash-Sharifayn.
Aunque la ciudad principal es La Meca, a 453 kilómetros de distancia Medina se erige como la segunda ciudad más importante. Aunque no se considera pilar del Islam, hasta la Mezquita del Profeta (Al-Masjid Al-Nabawi) de la ciudad acuden miles de peregrinos cada año. Se dice que la mezquita original fue construida por el propio Mahoma y que los califas posteriores la fueron engrandeciendo en tamaño y lujo.
Actualmente, tiene una capacidad de un millón de personas, cuenta con diez minaretes y está abierta las 24 horas todos los días del año. Como curiosidades, la mezquita se encuentra en el centro geográfico e histórico de la ciudad y fue el primer lugar en toda la península arábiga en tener energía eléctrica.
Muy cerca de ella, a escasos 100 metros, se encuentra muy bien ubicado el hotel BelleVue Royal Amjad Al Salam, que ofrece todas las comodidades a aquellos que acuden a visitar la mezquita y los principales puntos de la ciudad. El hotel se encuentra a cinco minutos en coche del Museo de Hejaz del Ferrocarril y a sólo 15 minutos del aeropuerto.
Sin duda, es la religión la que mueve a los millones de turistas, atraídos también por otros lugares de interés. En Medina existen más de cien mezquitas, construidas a lo largo de diferentes períodos. La primera, del siglo VII, es la Masjid Kuba.
Sin embargo, la peregrinación a Medina puede completarse con una visita arqueológica a la cueva “Umm Garsan”, una de las más grandes del mundo ubicada en la localidad de Huret Jaibar, al norte de Medina. Descubierta hace menos de 10 años, en sus 1500 metros de largo se encontraron huesos humanos, cuerpos de animales bien conservados, inscripciones y enseres.