¿Ser o no ser?

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La dieta vegetariana está de moda. La preocupación por una alimentación sana y equilibrada, así como el culto al cuerpo, están moviendo a muchos a pasarse a los beneficios de una dieta sin carne. Pero, el vegetarianismo, además de ser una opción dietética saludable, constituye una elección ética de respeto a los seres vivos.

Ser vegetariano es una decisión que se toma una vez en la vida. Hay quienes optan por este estilo de vida por razones de salud, otros lo hacen por ser coherentes con una postura ecologista y otros lo hacen por respeto a las vidas de los animales. Pero, aunque el vegetarianismo se ha puesto de moda en la actualidad, este estilo de alimentación se viene defendiendo desde tiempos remotos. El mundo helénico y la antigua Roma contaron con notables vegetarianos, como muestran los escritos que nos legaron, donde sus autores exponen su rechazo e incluso su repugnancia a alimentarse de animales. Y aunque el filósofo griego Pitágoras fue el indiscutible referente del vegetarianismo, la obra Sobre la abstinencia de Porfirio, constituye, junto a la obra de Plutarco, Sobre el consumo de carne, uno de los trabajos más serios que han llegado de la antigua Grecia. En cambio, la defensa actual del vegetarianismo se caracteriza por la variedad de argumentos planteados, que van desde el vegetariano puro, más conocido como “vegano” – cuya alimentación se basa sólo en productos de origen vegetal– , hasta los “crudívoros”– basada en una alimentación compuesta de vegetales no cocidos –, pasando por los conocidos ovo-lácteo-vegetarianos – que no comen carne ni pescados, pero sí alimentos de origen animal como huevo, leche y miel. LooOut Magazine ha cruzado unas palabras con David Román, autor de los libros La dieta ética y Leche que no has de beber, y presidente de la Unión Vegetariana Española (UVE) para adentrarse y comprender un poco más sobre un estilo de vida basado en una dieta 100% vegetal.

¿En qué se diferencia un vegano de un vegetariano?

[David Román] El vegano tiene una postura ética más comprometida respecto a los derechos de los animales. Mientras que el vegano reconoce el derecho propio de los animales a existir por sus propias razones y no como bienes de consumo para los humanos, muchos vegetarianos no alcanzan una visión tan global. Un vegetariano puede serlo por motivos de salud exclusivamente, pero si también le preocupan las cuestiones éticas, considerará importante el respeto a la vida y por tanto no deseará que se tenga que dar muerte a un animal para alimentarse. Sin embargo, puede pensar que el consumo de huevos o productos lácteos es éticamente correcto. Esto en sí es un contrasentido, pues aunque tendemos a pensar que los animales son máquinas de producir leche o huevos, la realidad es muy distinta y para obtener el máximo rendimiento son objeto de toda clase de vejaciones e imposiciones contrarias a su naturaleza que inevitablemente les causan dolor y sufrimiento. Y finalmente también acaban en el matadero mucho antes de lo que su esperanza de vida normal les permitiría: simplemente cuando su producción desciende y dejan de ser rentables. Si matar es cruel, es mucho más cruel torturar día tras día y finalmente matar. De todos modos, hacerse ovo-lacto-vegetariano ya es dar un gran paso, y considero que el término «vegetariano» debe ser genérico y englobar a todos los distintos enfoques que hay dentro de esta amplia forma de ver las cosas.

¿Qué alimentos emplean que no son comunes?

[David Román] Existe una amplia gama de cereales que suelen ser desconocidos para la gente, que básicamente consume trigo y arroz. Se pueden preparar recetas muy variadas usando mijo, quinoa, polenta, bulgur, cuscus, sarraceno, etc. Otro ingrediente que nos ha descubierto la cocina oriental son las algas (las verduras del mar): hay una gran cantidad de variedades comestibles y aportan un toque delicioso a muchos platos. Otro ejemplo son los germinados, también habituales en la cocina oriental. También existe una gran variedad de productos derivados de la soja, que dan gran versatilidad a la cocina vegana. La mayoría de estos productos suelen encontrarse en tiendas de alimentos naturales o dietética.

El llevar un estilo de alimentación diferente al de la mayoría, ¿los lleva a formar un núcleo cerrado entre ustedes? o ¿cómo hacen, cuando deben asistir a una reunión, a un restaurante o fiesta, donde la comida no es la que ustedes acostumbran?

[David Román] En España aún no está muy extendido el estilo de vida vegetariano, pero en otros países ya se considera como algo aceptado. Por eso ciertamente, nuestros requisitos dietéticos representan una barrera en ocasiones al asistir a ciertos actos o reuniones sociales, aunque todo es cuestión de organizarse. A veces tan sólo basta con encargar por anticipado qué es lo que queremos que nos preparen, o solicitar que modifiquen un plato quitando o poniendo ingredientes. Es interesante comprobar que generalmente en los restaurantes nos colman de atenciones para satisfacer nuestras peticiones especiales. Y además, ¡siempre otros comensales terminan diciendo que ellos hubieran preferido tomar nuestros platos también! Creemos que no debemos encerrarnos y evitar asistir a dichos actos, sino todo lo contrario, mostrar públicamente nuestra opción y hacer ver que es algo normal y perfectamente asequible para cualquier persona.

Por último, ¿qué argumentos le daría a una persona que se estuviera cuestionando la posibilidad de ser vegano para convencerlo?

[David Román] En primer lugar, el mensaje fundamental que estamos proponiendo es muy simple: que el ser humano no necesita productos de origen animal para sobrevivir, no necesitamos explotar a ningún animal y por tanto hacerlo es un capricho injustificado. Pero dejando al margen todo esto, se ha demostrado que todos los productos de origen animal son perjudiciales para la salud humana, por su propia composición. La carne ya es bien sabido (y con el estado actual de la ganadería, mucho más); los huevos son el alimento más rico en colesterol, y los lácteos (“carne líquida”) están relacionados con una larga lista de problemas que van desde las alergias o el asma hasta ciertos tipos de cáncer pasando por las enfermedades cardiovasculares, la diabetes o la osteoporosis. Además, la ganadería en sí misma es antiecológica, por el despilfarro de nutrientes, de agua y de energía que requieren, y por los residuos contaminantes que generan. De modo que por un gran número de razones, el veganismo es la opción más sana y respetuosa con los animales y el medio ambiente. Cualquier paso que se dé hacia el veganismo, por pequeño que sea, es bueno para el bienestar de los animales, de las personas y del planeta

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