Hay un día marcado en rojo en el calendario de millones de personas en el mundo. Un día con el que los fans llevan soñando desde 1983, cuando George Lucas ponía fin a la epopeya espacial de la familia Skywalker con El Retorno del Jedi. Sí, es cierto que años después conocimos todo lo que aconteció en esa galaxia muy, muy lejana antes de la sagrada trilogía, pero lo que viene ahora es de traca. Nos adentramos en un terreno desconocido. La fecha es el 18 de diciembre, llega Star Wars: El Despertar de la Fuerza. El propio Lucas ya ha visto la película y ha dado su opinión. Te lo vamos a contar todo pero no podemos aguantarnos, tenemos que soltarlo antes de que este artículo acabe: Que la fuerza os acompañe…
Primero vamos con algunos datos sobre lo que acontecerá en la nueva trilogía. Han pasado más de treinta años desde la derrota del Imperio Galáctico y la redención de Darth Vader. Una nueva República, frágil e inestable, gobierna la galaxia pero el ascenso de un misterioso guerrero llamado Kylo Ren amenaza seriamente la paz galáctica. El siniestro Ren tiene como objetivo restaurar el Imperio y construir una nueva Estrella de la Muerte para continuar el legado de los oscuros guerreros Sith.
Pero los héroes clásicos de la saga siguen vivitos y coleando y plantarán cara a esta nueva amenaza. En esta ocasión Leia, Han Solo, Chewbacca, R2-D2 y C-3PO, contarán con la ayuda de nuevos personajes como Finn, un soldado imperial renegado, el piloto rebelde Poe Dameron y la misteriosa Rey, una joven con unos orígenes inciertos, acompañada por un simpático droide esférico llamado BB-8. Juntos se embarcarán en una épica lucha entre el bien y el mal salpicado por varios misterios y tramas. Seguro que ya sospechan cuál es uno de los principales misterios. Uno de los secretos mejor guardados por parte de la factoría Disney no es otro que el paradero y el papel en esta nueva trilogía del Jedi más poderoso que queda en la galaxia, Luke Skywalker.
El encargado de devolver la vida el universo Star Wars ha sido el visionario director norteamericano J.J Abrams. Responsable de fenómenos como la serie televisiva Lost, o la revitalización de la saga Star Trek en la gran pantalla. Abrams toma el mando del destino de los personajes de ficción más icónicos de la historia del cine de ciencia ficción en una empresa arriesgada y apasionante al mismo tiempo. El nivel de exigencia de los fans de la saga va a ser abrumador. Ojo que Abrams puede subir a los cielos o caer en el más duro de los infiernos.
El que ya ha visto el film más esperado del año es el padre biológico de la criatura, George Lucas, que no ha tenido absolutamente ningún papel ni responsabilidad en la creación de este nuevo film. Su reacción no ha sido precisamente efusiva, pero si correcta, huyendo de cualquier tipo de polémica o condicionamiento para los millones de fans que cuentan las horas hasta el 18 de diciembre. Lucas se ha limitado a decir lo siguiente: “Creo que a los fans les va a encantar. Es básicamente la clase de película que han estado buscando”.
Las palabras elegidas no son inocentes, tienen su miga. Muchos ven en ella envidia, resentimiento y algún que otro mensaje velado. Una explicación es que se ha referido explícitamente a los “fans” en sus declaraciones, siendo éstos en su mayoría “haters” convencidos de las precuelas, los retoques de la trilogía original y megaenemigos de criaturas como los ewoks o Jar Jar Binks. Así que el sarcasmo y el doble sentido están servidos. Sus palabras podrían sonar un poco como “ahí lleváis un poquito de entretenimiento facilón del que siempre habéis querido”.
Interpretaciones aparte, estas palabras de Lucas enlazan con otras declaraciones recientes suyas en la que aseguraba que tanto Disney como Lucasfilm habían rechazado sus ideas de guion para los Episodios VII, VIII y IX con la excusa de que querían “hacer algo por y para los fans”. Esto provocó una airada respuesta del director californiano en la que afirmaba que “la gente no comprende que Star Wars es realmente un culebrón que gira en torno a problemas familiares, y no a naves espaciales”.
Lo que todo el mundo sabe es que el éxito de El Despertar de la Fuerza está garantizado. Las entradas para asistir a su estreno mundial en las principales salas de proyección del planeta están agotadas hace meses. La enorme maquinaria de merchandising lleva girando meses y J.J Abrams no puede parar de frotarse las manos pensando en el aluvión de millones de dólares que le esperan.
