Los souvenirs han pasado de ser objetos inservibles a elementos artísticos dignos de admirar
En la misma Odisea, Homero contaba cómo Ulises guardaba recuerdos de todos sus viajes.
Corría el siglo VIII a.C. en la antigua Grecia. Hoy en día, los souvenirs siguen siendo elementos de recuerdo de aquellos viajes y escapadas especiales que nos marcan de alguna manera y de los que queremos dejar constancia más allá de nuestra memoria o de las fotografías.
Sin embargo, mucho ha cambiado desde entonces. Fueron las exposiciones universales de París o Londres, durante el siglo XIX, las que potenciaron con más fuerza a los souvenirs y a la tradición de adquirirlos con cada viaje. Desde entonces, los imanes para la nevera, los lápices y bolígrafos o las camisetas han llenado las maletas de los viajeros.
El consumo de souvenirs aumentó exponencialmente en el siglo XX con el turismo de masas. Una miniatura de la torre Eiffel volvía en el equipaje de todos aquellos que visitaban la capital francesa. Un gorro mexicano, más complicado de transportar, también viajaba desde México al lugar de procedencia de los turistas. Y, desde España, no podía faltar un toro o una muñeca vestida de flamenca.
Por el contrario, en pleno siglo XXI los diseñadores han dado una vuelta de tuerca a los conceptos, creando souvenirs desde una perspectiva diferente y actualizada bajo las premisas del diseño y el arte.
Líneas depuradas y sencillas, modernidad e invitación a la sonrisa. Son características de los souvenirs que más gustan en la actualidad. Los turistas quieren que estos objetos hablen de ellos mismos, de su personalidad y de sus gustos, además de mostrar un recuerdo de su viaje.
Debido a esta nueva corriente, han aparecido proyectos como Dutch souvenirs, a través del cual 41 diseñadores holandeses y extranjeros han redescubierto los souvenirs en cerámica de Holanda desde otro punto de vista.
En España, empresas como Designer Souvenirs denominan a sus productos bajo el lema “Fresh&Cool Souvenirs for Smart People”. Entre sus colecciones cabe destacar “Like”, que aúna la presencia en redes sociales con las ciudades españolas más visitadas. “Nuestra filosofía nace con la intención de renovar el tradicional mercado con nuevos recuerdos made in Spain frescos y divertidos acordes a las tendencias actuales”, nos cuenta Beatriz, una de sus creadoras. De hecho, recibieron el año pasado un reconocimiento de la Asociación de Diseñadores de Madrid por dos de sus diseños.
Incluso la ya famosa marca Mr.Wonderful ha creado productos que bien podrían pasar por souvenirs diferentes. Conocido por ello es su “Guía no aburrida para disfrutar de un finde en Barcelona” o sus fundas para pasaportes o portadocumentos de viaje.
Sin duda, son la diferenciación y la originalidad otros de los aspectos importantes. Mas aún si se quiere que la perdurabilidad también destaque.
