El enfrentamiento ha comenzado. Aston Martin y Henrik Fisker entraron en conflicto por el Thunderbolt. Este modelo, presentado por Fisker y catalogado como una producción “extremadamente limitada”, se inspira en el Aston Martin Vanquish. Todo indica que la casa británica no está muy contenta con estas similitudes.
Si retomamos la historia desde el principio, todo se remonta a los días en los que Henrik Fisker presentó el prototipo Thunderbolt en el Concurso de Elegancia de Amelia Island 2015. Tras comprobar el gran parecido de este nuevo modelo limitado con el Aston Martin Vanquish, la marca británica decidió interponer una demanda.
Aston Martin confirma que el modelo es “una copia sin autorización y un intento de sacar tajada de la popularidad y notoriedad de la marca”.
En un estricto entorno confidencial, la demanda se mueve en unos términos en que ambas partes confirman que finalmente el Thunderbolt no pasará a producción. Aston Martin y Henrik Fisker confiman que “el Thunderbolt no pasará a producción, tras un aparente malentendido, que será solucionado amistosamente”.