La sociedad ya está más que acostumbrada a los teléfonos móviles. El furor de la primera década tras su popularización ha dejado paso a una convivencia más normalizada e incluso en la que algunos comienzan a mostrar hastío ante tanto control.
Comienzan a surgir así mismo movimientos que reivindican los teléfonos básicos, es decir aquellos que sólo te permiten realizar llamadas y mensajes de texto dejándonos al margen del mundo on-line. En la actualidad alrededor del 2% del mercado es para este tipo de móviles cuya batería duraba varios días frente a las escasas 24 horas de los smartphones.
Los teléfonos básicos siguen teniendo su público.
La situación económica, el alto precio de los terminales más deseados y una mentalidad más práctica han hecho que en la actualidad la vida media de un teléfono supere los 20 meses frente a los 16 meses en 2013. Según un estudio elaborado por Rastreator un 37% de los españoles sólo cambia de teléfono por necesidad y no por capricho.
La denominada ‘generación millenial’ (comprendida entre los 18 y los 34 años) es la que muestra mayor predisposición a renovar su terminal ya que en un 43% de los casos les gustaría cambiarlo una vez al año, independientemente de su estado.
El estudio también ha analizado la fidelidad a la marca. En este caso 7 de cada 10 españoles asegura que no tiene fijación por ninguna en especial si bien de nuevo la generación Millenial registra unos datos diferentes. Así el 32’2% de ellos si muestra el seguimiento a una marca específica.
