Hablamos un de un vehículo coupé de dos puertas que es diseñado a partir de las especificaciones exactas del comprador en un proceso de intima colaboración con la marca. Su grado de lujo es superlativo y su aspecto puede llegar a evocar la popa de un barco. Se trata del coche más caro del momento: si tienes once millones y medio de euros es todo tuyo.
Su proceso de construcción comenzó en 2013 por petición de un cliente (del que no ha trascendido su identidad) cuyas mayores pasiones son el coleccionismo de aviones y los super yates. De hecho este coche tiene un aspecto muy similar a una embarcación de máximo lujo. La sensación al mirarlo es que estás frente a un yate deportivo sobre cuatro ruedas.
Se trata de una pieza única en el mundo que combina la tradición estética de Rolls-Royce con la náutica. El Sweptail presenta un frontal que le identifica inmediatamente con la actual gama de la marca británica, con una parrilla muy especial ya que es la mayor montada en un Rolls y está hecho con aluminio pulido a mano con efecto espejo.
Bajó el capó, el coche más caro del planeta está dotado con 460 caballos que nutren de una potencia superlativa a la máquina, equiparando el Sweptail con los deportivos más potentes del momento. Con todo, la personalidad del automóvil descansa en la zaga, que traslada a un coche el concepto de la popa de un barco, tanto en las formas exteriores como en la concepción de esa zona en el interior, como si las dos plazas posteriores se sustituyeran por una cubierta.
Todo ello envuelto por la luz que embarga el habitáculo gracias a un complejo techo panorámico de cristal. Esa inspiración náutica también se plasma en la concepción del salpicadero, que se asemeja más al puente de mando de un barco que a un interior al uso. De hecho, la marca reconoce que es el más sencillo que nunca ha construido. Apenas cuenta con un mando de control y un elegante reloj analógico con las manecillas de titanio, entre otras curiosidades y exquisiteces.
Los materiales empleados, como es de esperar, son de máxima calidad. La madera Paldao y el ébano se combinan en el salpicadero, mientras que el cuero es el elegido para los tapizados. Como seña de identidad, el Rolls-Royce Sweptail cuenta con maletines integrados en las puertas y un compartimento para el champán y las copas, seguramente para brindar por poder disfrutar del sabor de algo sencillamente único.