Nada ni nadie hoy en día puede mantenerse al margen de los dictados de la moda. La decoración navideña de nuestro hogar no es una excepción y su figura estrella, el árbol de Navidad, es el que experimenta con mayor virulencia los vaivenes de las tendencias. Para estar a la última en este 2015 tendrías que decorarlos con flores para dotarlos de “mayor energía, frescura, viveza y color”. O por lo menos esto es lo que dicen los que más entienden del tema…
Eso de sacar el árbol de Navidad de su caja, colocarle las típicas luces, las bolas y una estrella coronando su cima es cosa del pasado. Cada año corren ríos de tinta hablando de las tendencias a seguir a la hora de adornar este elemento decorativo navideño. Básicamente se trata de introducir pequeños cambios y modificaciones a lo que todos tenemos en mente como “tradicional”.
En primer lugar, antes de introducirnos en el mundo floral, vamos a señalar las principales corrientes de este año. Una de las más importantes gira en torno al estilo afrancesado. Tanto árboles como elementos decorativos buscan crear un ambiente romántico, delicado y elegante. Aquí mandarían los colores pastel, dorados discretos, tonos verde agua, tonos perla y sobretodo tonalidades en oro blanco.
Otra de las corrientes más destacadas es trasladar la paleta de colores de un invernadero al árbol de Navidad, utilizando sin pudor tonos otoñales, gamas de verdes, en espacial el verde botella, incluso llegando a tirar de gamas cromáticas rosas. Junto a estos colores no deben faltar bolas de vidrio que imiten plumajes de aves.
Pero si quieres ir a la última y convertir tu salón en el más trendy de todo tu vecindario, las flores son la ultimísima tendencia. Todo vale en este campo: Flores naturales, artificiales, unicolores, con varias tonalidades, etc. No existe uniformidad a la hora de gestionar este recurso decorativo tan clásico. Todo depende del concepto y el color que se haya elegido, aunque los colores más utilizados son los blancos, rojos, rosas y azules. La introducción de flores no excluye la utilización de otros elementos clásicos como luces o espumillones.
Los tamaños tampoco están predefinidos. La tendencia es clara y rompedora: flores por doquier. Además esta modalidad de “árbol floral” sigue una de las tendencias más “cool” a la hora de hablar de decoración, que no es otra que elaborarla uno mismo de forma artesanal, también conocido como “yo me lo guiso y yo me lo como”, o como diría un blogger rebosante de estilo, un DIY (Do It Yourself/ Hazlo tú mismo).
