La cocina es el corazón de un hogar. Familias y amigos se reúnen alrededor de la mesa para tomar café en las tardes, para cenar mientras se cuenta lo más importante del día, siendo la excusa perfecta para disfrutar de la compañía de los seres queridos.
Al igual que en una familia, en un restaurante se presta la máxima atención para garantizar que la cocina siga siendo un lugar referente que invite a todos a disfrutar, a relajarse, a comunicar, a soñar, a compartir… De todo esto, sabe mucho el chef Manuel Prats, chef ejecutivo del Restaurante M29. Con mucha ilusión, con las ganas de un principiante y con un potente equipo afronta la capitanía de una gran cocina. Llegó al Hotel Miguel Angel by BlueBay***** en 1977 y empezó su carrera de fondo gracias a su tesón y a su enorme valía. Ha sido ganador de innumerables premios y el embajador perfecto de su cocina en todo el mundo. Confiesa que de cada país guarda una experiencia única, una inspiración, una cocina, un sabor y todo ello lo ha grabado a fuego para conformar lo que es hoy. Durante años ha llevado y traído lo mejor de cada cocina y lo ha plasmado en todas sus creaciones que han servido de inspiración a otros tantos profesionales de la gastronomía.
“Trabajo con mucho cariño e ilusión y, para mí, la lección de cada día es aprender algo nuevo. Jugamos con la cocina de siempre y creamos algo totalmente nuevo”, dice Prats.Aunque llegué a, una hora prudente, la bulliciosa cocina del Restaurante M29 es un ir y venir de platos, una arteria culinaria donde la unión de sabores, texturas y matices es sorprendente. Entrar en la cocina refleja fielmente lo que se transmite en el Restaurante; un entorno perfecto para todos aquellos que buscan salirse del concepto tradicional de restauración, para alejarnos de lo rutinario y dejarse perder en sus propuestas culinarias. Y así lo hice…
Comencé la cena probando las ‘Sardinas Ahumadas con Queso Cremoso en Crujiente de Pan de Semillas’, deliciosos los lomos en textura carnosa y muy jugoso con el punto de sal perfecto. Después, no pude resistirme al ‘Atún de Almadraba Parrilla’, ‘Noodles con Shiitake y Salsa de Ostras’ (exquisitas láminas de atún cocinadas al punto y pintadas sutilmente con salsa de ostras). Para finalizar, ‘Tartar de Frutas Maceradas en Infusión de Té de Mandarinas y Jengibre’, maravilloso postre artesanal.
“Como chef mi mejor activo es ver las caras de felicidad de las personas a las que doy de comer cada día”…, y desde luego la mía fue de felicidad. Qué placer descubrir la sensibilidad y el buen hacer de su equipo y la capacidad de ilusionarse con cada reto, y cómo la transmiten a todo lo que hacen. Resulta sorprendente la rotación de platos, la facilidad de crear y la ilusión con la que dirige su cocina. Tuvo la suerte de ser el chef más joven en un hotel de 5 estrellas y poder transmitir sus conocimientos. Ahora entiendo que no fue suerte sino esfuerzo, dedicación, talento y, sobre todo, unas ganas enormes de comerse el mundo.
Manuel Prats: “Me gusta ver a la gente cómo disfruta con mi comida. Lo importante en la cocina es el cariño y trabajar duro. Hay que adaptarse a las tendencias pero mantendré mi sello porque me siento muy orgulloso de lo que hago”.