Península del Sinaí, todo es posible

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Cuenta con cualquier cosa que se busque. Esta zona de Egipto es perfecta para un viaje lleno de contrastes

Todo lo que se quiera, la Península del Sinaí lo tiene. Esta región egipcia ofrece al visitante multitud de contrastes que hacen de una ruta turística un viaje que enseña mucho más de lo que en principio se puede pensar.

Egipto tiene mucho más que su capital El Cairo, que sus pirámides de Guiza y que el río Nilo. La Península del Sinaí destaca de inicio por su propia ubicación geográfica: dividida del resto del país por el canal de Suez, que la hace pertenecer a Asia en lugar de a África, con frontera natural con el mar Mediterráneo al norte y con el Mar Rojo al sur.

Cuenta con desierto al norte, donde es de obligación un paseo en camello mientras se disfruta del silencio y del cielo azul entre las dunas. Este paseo se puede realizar en quad si se apuesta más por la aventura.

Conforme vayamos bajando hacia el sur, llegaremos a una Sinaí con historia, pasando a altas cumbres entre las que se encuentran el monte Sinaí. Según el Antiguo Testamento, es en este monte de 2.285 metros de altitud, donde Moisés recibió las Tablas de la Ley con los Diez Mandamientos.

A los pies del monte se encuentra el monasterio de Santa Catalina, Patrimonio de la Humanidad, y de gran importancia por albergar la mayor colección de códices y manuscritos después de los Museos Vaticanos y por ser respetado por cristianos, judíos y musulmanes.

Tanto en el monte Sinaí como en el Catalina, el más alto de la península con 2.642 metros, se puede realizar senderismo y escalada a todos los niveles.

Después de las zonas montañosas, en la Península del Sinaí no podía faltar la playa y el relax en las costas del Mar Rojo, repletas de arrecifes de coral. Todo es posible en la costa: relajarse por completo o disfrutar de la vida nocturna, jugar al golf, practicar deportes acuáticos o bucear. De hecho, el Mar Rojo es uno de los destinos favoritos de los submarinistas expertos, que se mueven como pez en el agua entre profundas paredes y altos pilares de coral.

Los principiantes en el buceo siempre pueden comenzar con el esnórkel en zonas poco profundas para ver de forma tranquila especies exóticas como el pez payaso. Habrá que tener más suerte para poder ver delfines o tortugas.

Muchas zonas de la costa como Ain Suina, El Gouna, Hurgada, Taba o Sharm-el Sheikh también ofrecen a los turistas una jornada de calidad jugando al golf en enormes y bonitos campos.

Es, precisamente esta última zona de Sharm el-Sheikh donde se puede disfrutar más de las actividades y deportes acuáticos, además de combinar estos con agradables paseos por el desierto.

De hecho, uno de los mejores lugares para la práctica del buceo es el parque nacional marino Ras Muhammad, a tan sólo unos kilómetros de Sharm el-Sheikh. Punto de encuentro entre el golfo de Suez y el golfo de Aqaba, este espacio protegido alberga miles de especies marinas y arrecifes de gran belleza, perfectamente conservados gracias a la concienciación de quienes lo visitan.

También hay tiempo para el ocio nocturno y las compras en la zona de Naam Bay, la más concurrida si el objetivo es la fiesta o tomar un cóctel.

Sharm el-Sheikh destaca también por estar estrechamente relacionada a promover la paz entre palestinos e israelíes. Es aquí donde se han celebrado a lo largo de la historia hasta cuatro cumbres cuyos objetivos eran el alto al fuego o acuerdos de paz. La ciudad irradia, sin duda, serenidad en todos los sentidos.

En Sharm el-Sheikh, BlueBay Hotels & Resorts abrirá muy pronto su hotel BlueBay Savanna*****, concretamente en la zona de Shark´s Bay.

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